Es un estudio simple, rápido, económico y con un alto índice de certeza diagnóstica que no condiciona ningún riesgo en el embarazo y cuando hay duda, se complementa con otras técnicas de imagen como radiología, tomografía computada o resonancia magnética.
La ecografía 4D, representa la imagen en movimiento combinada con la reconstrucción volumétrica, es decir, superficie de las estructuras. Mientras que la tecnología 3D, es una reconstrucción de la imagen a través de la computadora de manera estática.
Son múltiples los beneficios que brinda el someterse a este procedimiento. Por ejemplo en Ginecología, determina la medida exacta del volumen de la hiperplasia (endometrial), los quistes, pólipos, miomas o fibromas, así como también llevar un control ginecológico posterior a un tratamiento médico.
En Obstetricia, detecta las anormalidades de cara, extremidades, canal raquídeo; determina la posición exacta del feto, localización de la placenta y cordón umbilical, así como las características del líquido amniótico.